martes, 17 de noviembre de 2009

La búsqueda de la perfección



-¿Como te sientes?
-No lo sé ¿Como debería sentirme?
-Tú eres la única que me puede contar sus impresiones, yo solo puedo hablar por mi.
-Pues no sé... Me siento... Viva.
-¿Qué entiendes por viva?
-Pues... Le digo a mi cerebro que mueva mi brazo, y lo mueve. Me miro mis manos, y las reconozco como mías. Me toco el pecho, y siento mi corazón, noto como mis pulmones se llenan de oxígeno al respirar. ¿No es eso vivir?
-Puede que los sea, Ivy. Y, ¿Qué recuerdas de antes de despertarte?
-La verdad es que no recuerdo nada.
-¿Nada? ¿De verdad? Piénsalo. Cierra tus ojos. Busca en tu memoria. ¿Qué es lo que ves?
-Mmmm... Siento vacío. Oscuridad. Siento... No siento nada, y, de repente, lo siento todo. Noto un estallido de luz, de elecricidad, y entonces...Estoy aquí frente a usted.
-¿Y quien soy yo Ivy?
-No lo sé. Pero me resulta familiar.
-¿Como de familiar? ¿Quien crees que soy?
-No lo sé, no lo recuerdo, pero... Supongo que eres mi padre.
-De acuerdo, ya es suficiente. Doctor Jensen, desconecte el computador.
-¿Computador? ¿Qué computador?
-¨¿No lo entiendes Ivy? Tú eres el computador.
-¿Yo? Eso es imposible. Yo no soy u.........

Su cuerpo inerte cae sobre la camilla, mientras el Doctor Tinmar procede a desconectar el bulbo raquídeo cibernético del proyecto IVY-1.
El Doctor Jensen se acerca a la camilla, donde el Padre de la criatura continúa desconectando los diversos sensores del cerebro artificial de Ivy.

-Doctor,¿Qué es lo que ha fallado esta vez? A mi me parecía muy humana.
-¿Si? ¿Usted cree?
-Si, de verdad que me lo parecía.
- De acuerdo. Imagínese que usted se despierta sobre una camilla de un hospital. Sabe que está al menos en una dependencia médica, ya que tiene esos conocimintos. Ve a un hombre frente a usted al que no conoce, pero al que le unen ciertos lazos que no sabe describir, y además, a todo esto le suma que no recuerda usted nada de su pasado. Absolutamente nada. Ni tan siquiera recuerda el por qué sabe que su corazón se llama así, y que lo que respiran sus pulmones es aire. Sabe lo que es todo lo que le rodea, pero no es capaz de discernir por qué lo sabe ni cuando lo ha aprendido.
-Si. Pero y si...
-Aun no he terminado. Como le decía, se despierta. ¿Cual cree que sería su primera reacción?
-No sé. Poniéndolo así, supongo que me asustaría.
-Cierto. Pues Ivy no lo ha hecho. Aun no entiende lo que es el miedo, la incertidumbre. Por eso su respuesta de sentirse viva era una treta de su cerebro computado para hacerse creer a sí misma de que realmente es humana, aunque eso es mentira. Es tan solo una ilusión de su propio cerebro.
-Claro...No lo había pensado. Entonces,¿Otro fracaso, verdad?
-No del todo. Hemos avanzado. Ahora su subconsciente reprogramado ha aprendido el valor de seguir vivo, y trabaja para mantenerse con vida el mayor tiempo posible, como una célula recién creada. Hemos visto la evolución del instinto artificial. Eso es un avance enorme respecto a todo lo anterior.
-Entonces, ¿Nos podemos dar por satisfechos?
-No, aun no. Nos falta lograr la perfección.
-Si, como no. Doctor Jensen.

2 comentarios:

  1. Una interesante reflexión, puesto que en un primer momento yo tambien creia, al igual que el ayudante, que ya habia alcanzado la humanidad

    Sigue con estos relatos, son geniales

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  2. Pues mira, este comentario es el que más ilusión me hace. La Ciencia Ficción me gusta, y con motivo del relato-novela de El Resurgir de África, quería probar un ensayo sobre androides y su humanización, y su resultdo no me desagradó, y la verdad es que gustó bastante. Además de que tu comentario me ha animado a seguir por estos derroteros.
    Gracias amiguete.
    Comentarios como estos, positivos o negativos, son los que ayudan a seguir escribiendo.
    (Luego te llamo para pagarte lo pactado)

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