martes, 20 de abril de 2010

Desde el otro lado. Entrada XXXV

Buenos y dolorosos días. Han pasado ya casi dos semanas desde el conflicto con los caníbales del sur y la soberana paliza a la que sometieron a mis costillas. Pues bien, aun me duelen a rabiar. No tengo ninguna rota, pero cuando me toco en el costado, distingo una pequeña hinchazón que no soy capaz de eliminar. Hace un rato que ha amanecido, y vengo de recoger del parque de en frente de mi escondrijo varias hojas de sauce que ahora mismo estoy masticando, no sin una mueca de asco en la cara. Están demasiado amargas para mi gusto.

Parece que el temporal va amainando y ya no está siempre nublado. Hay alguna que otra nube en el cielo, y aunque aun estamos en Invierno, la mayoría de los árboles frutales están llenos de flores y repletos de abejorros a su alrededorLeches, ahora que lo pienso, igual si localizo a donde van estos abejorros me puedo hacer con miel...

Es curioso, pero ahora que nadie se encarga de cuidar los parques y los jardines, estos están más bonitos que antaño, ya que parecen auténticos bosques en miniatura. Precisamente en este del que me avituallo de hojas de sauce, antiguamente había un lago artificial. Pues bien, ahora ya se ha convertido en lago natural, y los patos y alguna que otra pareja de grullas anidan aquí como si nada. ¡Joder, grullas a ciento cincuenta metos de mi casa! La verdad es que el lago está lleno de vida. La gente antiguamente llevaba allí todo tipo de bichos, y el agua está repleta de peces de colores, carpas, ranas y alguna que otra tortuga, que por cierto, tienen una fijación con los pollitos de los patos, que estos a la que se descuidan se quedan sin alguno de ellos. Si lo llego a saber, me habría hecho con algún huevo de los patos, tengo entendido que son bastante nutritivos. Aunque de momento me conformo con los de gallina.

Pero bueno, la Naturaleza debe seguir su curso, y supongo que si aquí lo hace, en las demás zonas en las que hubiera un poco de campo también pasará. No me quiero imaginar como se ha debido de quedar todo aquello que estuviera edificado cerca de selvas, junglas o bosques. Debe de ser la hostia, como las imágenes esas de los templos perdidos thailandeses que fueron abandonados hace cientos de años y cuando fueron redescubiertos ya cerca de nuestra era, la vegetación los había cubierto por completo. La Naturaleza no cesa en cubrir lo que siempre ha sido suyo.

Siguiendo con las buenas noticias, hoy he comprobado que mi radio está en perfectas condiciones. Anoche, a eso de las dos de la mañana, salí del refugio para ir a los huertos a recoger unas pocas hortalizas, ya que me estaba quedando sin suministros de verduras frescas. Las heladas se han cargado la gran mayoría de mis plantaciones, pero aun así, tengo suficiente para seguir adelante, aunque las lechugas han muerto por completo, y creo que ya no me queda absolutamente ni una sola semilla. El caso es que estaba a punto de irme y vi cómo el piloto naranja de mi radio se encendía durante un momento para volverse a apagar de inmediato. Esa luz es la que indica que en esa banda o dial, se está recibiendo alguna comunicación. Estuve cinco minutos esperando para ver si recibía algo, pero al ver que no, decidí irme, no sin antes dejar el sistema encendido. Rápidamente activé el Mp3 y lo he conecté en modo grabación por si acaso. Este fue el resultado:

Hola ¿Hola? [PIIIII] ¡Agh, mis oídos! Ya está, ya funciona el cacharro este…

Eh… Hola a todos. Soy Vinatea, no sé si os acordaréis de mí. El tipo aquel de Valencia, que vivía en una alquería con más gente… Ése... Ha pasado tanto tiempo desde mi última conexión… ¿Qué fue, en enero? Y ahora debemos estar por mediados de marzo… ¡Joder, lo que daría yo por un calendario! No sé si hoy es lunes, sábado o viernes… En fin…

Quiero pediros disculpas, tanto a José Antonio como a todos los que estáis ahí, al otro lado, por el tiempo que he tardado en dar señales de vida… ¡Mierda, tenía que haber dicho otra cosa! Después de la odisea sufrida por José Antonio, no es una frase muy adecuada, la verdad… Me quedé de piedra cuando oí que Ida había muerto, parecía una buena chica… Una lástima que alguien como ella muera, y miles de hideputas sigan por ahí, tan campantes… Mierda de mundo… A todo esto, ¡¿La ISS?! ¿Cómo puñetas se salió de órbita? Jodeeer, pues si empiezan a caernos restos de basura espacial, lo tenemos claro... Como si no tuviéramos bastante con lo que tenemos en tierra...

Debo decir que no he oído todos los reportes realizados por José Antonio, tanto suyos como de otros. Hemos tenido algunos problemillas por aquí, con la electricidad y otras cosas, y cuando podíamos escuchar la radio no iba, y cuando teníamos luz, había miles de cosas que realizar… "La faena del matalafer, fer i desfer", como decimos en Valencia… Y si a eso le añades que no tenemos un, mmm, “contestador automático” como el de José Antonio, ni manera de estar día y noche pendientes de la radio, pues imaginaos… Sí, hemos tenido algunos problemas con la luz, como decía. Bueno, algunos… Más bien varias semanas sin luz… Os explicaré, aunque tendré que empezar desde el principio.

Resulta que hay una acequia, un sistema de riego muy típico de aquí de Valencia, que atraviesa los terrenos de la alquería. Ya sea por casualidad o porque el resto del sistema hídrico está jodido, lleva siempre la tira de agua, y a Chimo, aquel que os dije que desapareció, un genio el tío, se le ocurrió la posibilidad de instalar una especie de, digamos, mini-presa hidráulica… Lo dicho, un genio… Si no hubiera sido por él, me pregunto donde estaríamos ahora… Aún guardo una carpeta con otros ingenios suyos, la mayor parte no sé ni lo que son… Cuando tenga tiempo la cojo y os explico el funcionamiento de la presa, que de memoria no me acuerdo…

Pues bien, allá por febrero notamos que la acequia no tenía agua. Decidimos seguir el curso de la acequia para ver qué la interrumpía, y allá que nos fuimos Flora y yo. Supongo que no os imaginaréis qué es lo que nos encontramos ¡Je! Ni tampoco nosotros, la verdad… A unas horas de camino a pie de la alquería nos encontramos con el pastel. Las lluvias habían provocado un corrimiento de tierras y con ellas, una decena de cadáveres se amontonaban sobre la alquería… Como os lo cuento… No tengo ni puta idea de quien los enterraría, pero allí estaban… Aquello era dantesco, o como coño se diga, no se podía ni respirar de los olores que se levantaban en aquella zona... Flora vomitó y yo, para qué os voy a mentir, también. Y no fue la última vez esos días…

Lógicamente, aquello no podía quedarse así y estuvimos dos o tres días dándole vueltas para ver qué hacíamos. Enterrarlos nos hubiera llevado semanas, y nada nos aseguraba que no hubieran nuevos corrimientos de tierra. Tampoco los podíamos dejar allí fuera, junto a la acequia… Al final, decidimos llevarlos hasta una casa de campo cercana, deshabitada para más señas, en la que tenemos algunos huertos camuflados entre la maleza. De reserva, más que nada… Allí hay un pozo seco, completamente inutilizable, y los fuimos lanzando uno a uno al interior. Menudo trabajo, Dios. Aunque lo peor fue el olor, tardaré meses en olvidarlo. Al menos no atraerá a nada ni a nadie. La losa de piedra que pusimos encima para tapar el agujero los protege bastante bien, al menos por ahora.

Y menos mal que el agua de la acequia sólo la utilizamos para generar luz, ya que para beber usamos la de nuestro propio pozo, que si no, a saber lo que podíamos haber pillado. De hecho, nos encontramos con un perro muerto junto al agua. Sólo nos faltaba ponernos malos, joder.

En fin, después de liberar la acequia de obstáculos, el agua corría que daba gusto verla. Y cuando parecía que lo teníamos todo arreglado, ¡Zas! El temporal de viento… Pero eso lo dejaré para mi próxima comunicación. Ahora tengo que dejaros, que me parece que es tarde… Un segundo... [Pasos]

Sí, creo que ya es la hora de mi turno de guardia. Sí, sí, ahora tenemos guardias, porque la valla electrificada que teníamos pasó a mejor vida. Ya os contaré con detalle…

Hasta luego.

¡Ah, una última cosa! Lo de Vinatea es sólo un alias, un nombre. Lo usé, yo que sé, para darme valor… Gilipolleces mías, vamos… En realidad soy Alejandro, pero lo mismo me da, Alejandro, Vinatea, Alex, o Vin. En este puto nuevo mundo, nuestros nombres son lo de menos. Pero quería que lo supiérais...

Hasta pronto, un abrazo desde la alquería.


Pues bien. Me alegro de que todo os vaya bien por allí, y ahora me has dejado claro el por qué de tu nombre. Me quedo con Vin, que es más corto y más fácil de recordar.

Una alquería... ¿Qué es eso? La próxima vez me gustaría que me lo explicara, porque la verdad es que no tengo ni puñetera idea de lo que es eso. Me llama la atención el hecho de encontrarse cerca de donde él mismo vive con sus compañeros una montaña de cadáveres, y que no supieran nada. Deberían tener cuidado, aunque ya veo que lo tienen si es que están empezando a hacer guardias. Si no se han muerto solos, alguien los habrá matado, y si no, alguien los habrá llevado allí. Ahí es donde está el peligro.

Ahora que las cosas están así, deberíais acostumbraros a observar los cadáveres de nuestros compañeros de especie. Os parecerá raro, pero a veces, el encontrarte con un cuerpo muerto en medio de ningún sitio, y observar su estado de descomposición, te ayuda a hacerte una idea de más o menos cuánto tiempo lleva allí tirado, y al menos te da indicios de si puede haber alguien cerca de allí. Yo desde que todo esto comenzó a hacer mella en las mentes de la gente, me acostumbré a anotar los signos que veía en los cuerpos que divisaba desde mi escondite.Suena macabro, pero muchas de estas locuras son las que me han ayudado a sobrevivir. Cuando vives en una zona tan llena de gente como lo estaba la mía, debes estar las veinticuatro horas alerta.

Tenéis suerte de tener agua potable. Yo de momento no la tengo y por más vueltas que le doy, no sé cómo solucionar este problema aparte de hirviendo el agua. Pero es que este sistema me quita muchísima energía, y ya sabéis que el agua es fundamental para seguir viviendo. Más todavía que la comida. Por cierto que tened cuidado con el pozo donde habéis echado los cadáveres. Si por lo que sea el agua se filtra por ahí, y anega donde están los muertos, las aguas subterráneas pueden llevar todos los gérmenes a vuestros pozos, no lo olvidéis. Quizá os sería de ayuda el echar algo de gasolina allí dentro y prender los cadáveres. Si el pozo está seco, os será de gran ayuda.

Sólo espero que todo os vaya bien y que la próxima vez no me contéis de ninguna baja. Espero volver a escucharos pronto.

Un saludo Desde el otro lado.

2 comentarios:

  1. Cachis, lo leí varias veces antes de enviarlo, y aún así hay varios errores... En un punto digo "alquería" en vez de "acequia", y tenía que haber puesto abril en vez de marzo...

    En fin, me ha gustado el reporte... Aunque me has "quitado" la idea de lo de la naturaleza, que ya tenía yo pensado sacarlo XD

    PD: Tomo nota de ciertas cosas para el próximo...

    ResponderEliminar
  2. lo de abril por marzo lo he cambiado yo, como algún sutil elemento que veo que no te has dado cuenta. Si quieres compruébalo tú mismo. Como lo de los puntos suspensivos, que los usabas demasiado.

    Aun así, ve bien, va bien...

    ResponderEliminar