-¿Me quieres?
- Por supuesto. Ni tan siquiera lo preguntes.
- Es que a veces no puedo llegar a creerme lo que me está sucediendo.
- ¿Y qué te está sucediendo?
- ¿Es que no te das cuenta? Yo te amo, tú me amas...¿Acaso no es extraordinario?
- El que dos personas se amen no es extraordinario. Lo que es extraordinario es el amor que te profeso. Te amo con todo mi corazón, con toda el alma. Nunca creía que pudiese amar con tal fuerza como con la que lo hago.
- Sigue por favor, quiero oir esa poesía de tus labios...
- No hay más que decir Ana, simplemente que eres mi vida, y que a pesar de todo lo que se interponga entre tú y yo, nada podrá romper esto que siento.
- Me haces llorar. Llorar de alegría...
- Pues no llores Tesoro, que ningún hombre ha nacido aun para merecerse tus lágrimas.
- Mis lágrimas son de alegría Arturo. Son la manera de expresar lo bien que me siento a tu lado. Son mi manera de decirte que quiero que seas lo primero que vean mis ojos cuando despierten cada mañana. Quiero...
- ¿Qué quieres mi vida?
- Quiero quererte.
- ¿Y no lo haces?
- Si, con toda mi alma.
- Entonces ¿Qué te preocupa? Nos tenemos el uno al otro, somos felices a pesar de las tormentas que nos rondan. Somos uno mi amor.
- Pues entonces bésame. Bésame como nunca has besado a otra. Bésame de tal manera que mis huesos se fundan a mi carne por culpa del calor de tu cuerpo.
- No, Ana sabes que no puedo hacerlo. Sabes que no quiero...
- ¿Me rechazas?
- Bien sabes que no. Debo irme. Me duelen hasta las entrañas cuando me separo de ti, pero tengo que irme.
- Por favor no te vayas. Quédate a mi lado. Demuéstrame que me quieres, como yo te lo demuestro. Escapémosnos. Vayámonos a cualquier sitio y déjame compartir tu lecho. Déjame mostrarte mi blanca piel, y el ansia que tiene de rozarse con tu cuerpo.
- Por favor Ana, no me hagas esto. No quiero hacerlo. No quiero sentir tu piel. Aun no. Sabes que es muy pronto.
- Dime al menos que vas a hacerlo.
- Lo haré, no te preocupes. Pero debes esperar.
- ¿Mas? Ya son dos años mi amor. Dos años sin poder tocar tu desnuda piel. Sin poder probar lo dulce de tus besos. Quiero saber a qué sabe tu boca.
- Lo sabrás. Pero aun es muy pronto.
- ¿Pero entonces, de verdad que lo harás?
- Si, a su debido tiempo. Debo preparar a mi mujer. Y despues te tocará a ti.
- Sabes que lo haré. Mi cabeza lleva meses dando vueltas a cómo hacerlo. Son casi dos años esperando ese momento.
- Entonces sabrás aguantar. No lo olvides. Te quiero aun sin tenerte, sin besarte, y sin... poseerte.
- Te amo. Abrázame al menos, no me prohibas esto.
- Piénsalo. Debes decírselo. Pero primero piénsalo mucho. Me voy.
- Te quiero Arturo.
- Y yo a ti, mi princesa.
- No dejaré de pensar en ti. Ni en casa... ni en el colegio.
Arturo tiene 35 años. Está casado desde hace catorce años y tiene dos hijos de siete y nueve años.
Ana tiene quince años. Va al colegio, es una niña inocente...pero ya sabe lo que es el amor.
Y lo que ha aprendido en su corta edad es que el amor, el verdadero, el icónico, el ausente de lujuria, no tiene edad.
Hace 1 semana
No esta...Mal. A ver, esta muy bien escrito, pero la tematica no me acaba de gustar, aun así sigue así
ResponderEliminarImpaciente por leer más
¿Que no te gusta la temática? ¿Por qué? Datos, críticas, razones, argumentos... Perdón, que aquí se supone que tengo que comportarme. En serio. ¿Por qué no te gusta la temática? El hecho de que sea algo... polémico está hecho aposta, para ensalzar que no siempre, entre una niña y un adulto, existe simplemente el deseo, sino el verdadero amor, y en este caso, el puro. Amor puro e inocente, aunque a lo mejor no he sido capaz de plasmarlo.
ResponderEliminarAun así, gracias por comentar.
Tampoco me hagas mucho caso, es que ese tema nunca me ha gustado mucho, no me importa ler sobre cualquier otra cosa, pero cuando se trata de una relación entre un adulto y una menor, me da mucho...Yuyu, pero esta muy bien en serio, son cosas personales mias
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